Tras la confusión de la pequeña niña, su madre tuvo que llamar a los bomberos; bromeó diciendo que se había tratado de un accidente de familia.
Esta pequeña niña se encontraba jugando con utensilios de cocina cuando, debido a su gran imaginación, quedó atrapada en una situación incómoda. Su madre se vio obligada a pedir ayuda a los bomberos, y lo que comenzó como un inocente juego infantil pronto se convertiría en una anécdota que ninguno de los involucrados podría olvidar.
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Esto ocurrió en el condado de Mifflin, en el centro de Pensilvania, Estados Unidos. El pasado lunes 6 de febrero, bomberos de la zona recibieron una llamada bastante peculiar.
Es sabido que los cuerpos de bomberos están capacitados para atender emergencias de la magnitud de un gran incendio, o cualquier otra situación que represente un peligro inminente para la sociedad. Sin embargo, esta llamada era de naturaleza muy distinta, pues la mujer que los contactó tenía otra tarea para ellos.
La mujer pidió su auxilio para que ayudaran a liberar a su hija, de apenas dos años, que había quedado atrapada en un molde para pasteles. A pesar de lo inusual de la situación, los bomberos acudieron al domicilio para rescatar a la pequeña.
La niña pensó que era un elegante sombrero
Al acudir al llamado, los bomberos se encontraron con la pequeña con la cabeza atrapada en un molde para pasteles metálico. Había metido la cabeza en el centro de este y había quedado aprisionada a la altura de los hombros.
La madre de la menor relató que su pequeña se encontraba jugando, y fingía que el molde para pastel era distintas piezas de ropa. De pronto, le pareció buena idea fingir que el molde era una especie de armadura, pues estaba jugando a los soldados:
“Lo usó como un chal alrededor de sus hombros hasta que llegaron los bomberos. Era una soldado. Todavía podía comer y beber mientras tenía esta lata a su alrededor”
Los bomberos usaron tijeras de hojalatero para cortar el molde y liberar la cabeza de la pequeña sin causarle ningún daño. Tras el incidente, se reportó que la menor se encuentra bien.
A pesar de lo alarmante que pudo haber resultado la situación, la madre de la niña bromeó diciendo que ese tipo de accidentes suelen suceder en su familia, por lo que no había sido nada nuevo para ella. Compartió que, cuando su hija era una bebé aún, sus piernas quedaron atrapadas en una silla de plástico.
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