El ladrón escribió una carta para disculparse y devolvió el vehículo tras descubrir que un menor con discapacidad lo usaba.
Gracias a las redes sociales, podemos encontrarnos historias impactantes, como esta que ocurrió en Brasil. Rosyneide Almeida regresó a su casa como todos los días cuando un ladrón la despojó de su vehículo. Sin embargo, el hecho no terminó ahí, pues un día después del robo el responsable le devolvió su auto.
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Dicho gesto ocurrió gracias a que el criminal se dio cuenta de que el asiento de la parte trasera estaba adaptado para el hijo de Rosyneide, quien es discapacitado.
“Tenía un sentimiento de impotencia”
Según el portal G1 de la cadena brasileña GloboNews, la mujer fue asaltada fuera de su casa. Mientras intentaba estacionarse, el maleante se acercó a quitarle el auto. Así quedó registrado por una cámara de seguridad.
En el video se observa cómo es obligada a bajar del automóvil. Luego corre al otro lado y abre la puerta mientras sus hijos presencian el acto. Al final, la mujer se ve desconsolada con las manos en la cabeza a media calle.
“Tenía un sentimiento de impotencia, de tristeza, ya sabes. Estaba desesperada”
Luego de este hecho, un amigo de la familia logró ver el vehículo abandonado en una calle y dio parte a las autoridades. Al llegar al lugar, encontraron el auto y dentro de él una nota en la que el ladrón pedía disculpas a Rosyneide Almeida. Esto porque el hombre había notado que en el asiento trasero había una silla adaptada para el menor discapacitado. La nota decía:
“El crimen pide perdón. En el momento de la tensión no se logró ver el problema del niño. El carro está siendo devuelto. ¡¡¡Tanque lleno!!!”
El ladrón devuelve el auto, pero gastó la gasolina
Por su parte, Rosyneide comentó que el criminal mintió y no le llenó el tanque, todo lo contrario, el ladrón se gastó parte de su gasolina.
“Cuando se lo llevaron, tenía un cuarto de tanque. Lo encontramos en la reserva. No lo dejaron (lleno), al contrario, se la gastaron”
Tras haber pasado un momento desagradable y de desesperación por el robo del automóvil, la brasileña terminó por perdonar el atraco y al criminal.
“Perdono. Perdono, porque necesitaba demasiado esta silla de auto, necesito demasiado este auto. Sólo la silla de auto especial cuesta más de 17 mil reales (casi 66 mil pesos mexicanos)”
Y tú, ¿qué opinas del arrepentimiento del ladrón?
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