Ignacio López Tarso estuvo en una película que tardó años en salir al cine porque tocaba temas sensibles para el gobierno.
El actor Ignacio López Tarso falleció el sábado y en redes dicha noticia generó total conmoción.
El famoso forjó una gran carrera en el mundo del cine y el de la televisión, por lo que se ganó el afecto del público.
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Uno de sus papeles más importantes fue el del campesino Macario, quien le dio un pollo a la muerte.
Otro de los proyectos en los que estuvo fue personificando a Francisco Gabilondo Soler Cri-Cri.
Además del cine, el famoso estuvo en adaptaciones de novelas de El Gallo de Oro, Juan Rulfo y Pedro Páramo.
Por su carisma y dedicación, muchas personas recordarán a uno de los artistas más emblemáticos en México.
Fue tras su muerte que surgieron historias de toda clase sobre el artista y una de ellas hizo alusión a las presuntas producciones ‘malditas’ en las que participó.
Ignacio López Tarso y la película Rosa Blanca
Esta película catalogada como ‘maldita’ en la que estuvo Ignacio López Tarso fue censurada por el gobierno.
Fue producida en 1960 y dirigida por Roberto Gavaldón y se basa en una obra de B. Traven.
En la historia se cuenta la importancia de las empresas de Estados Unidos que pusieron por el oro negro y la expropiación petrolera.
Para la película, López Tarso personificó a Jacinto Yáñez, un campesino de Veracruz que se vuelve un impedimento para las firmas por contar con terrenos de mango y tabaco.
Por desgracia, la película no fue del agrado de Adolfo López Mateos porque pareció delatar las anomalías de la administración.
Fue así como se permitió proyectarla hasta 1972 debido a que iría contra las políticas de la nación.
En aquel tiempo había afinidad por el cardenismo y el gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La Sombra del Caudillo, la otra película maldita de López Tarso
El director fue Julio Bracho y la película se creó en 1960 referente a la Revolución Mexicana.
La historia se centró en Ignacio Aguirre, un general que deseaba la Presidencia de la mano del caudillo.
Ignacio López Tarso interpretó a Hilario Jiménez, otro general que trataba de quedarse en la Silla en lugar de Aguirre.
Con el proyecto se lanzó una crítica a temas como la corrupción, el despotismo y los excesos en la administración. Principalmente sobre el control que Álvaro Obregón aplicó para meter a Plutarco Elías Calles en la Silla.
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Con información de El Financiero, Forbes e Infobae
Portada: El Sofá
Fotos: Especial