Daddy Yankee dio a conocer que gracias al poder de Dios pudo llenar un hueco que no podía completar en su labor como cantante.
Daddy Yankee sorprendió a sus fieles seguidores en internet al reaparecer en público tras convertirse al cristianismo.
El famoso, cuyo nombre verdadero es Raymond Ayala, fue captado en una iglesia de Puerto Rico.
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Ahí, la estrella aprovechó para emitir un testimonio de vida en torno su conversión al cristianismo.
El artista de 47 años se hallaba exactamente en la iglesia de Refugiados en su Presencia en la región de Las Piedras.
En su declaración, el famoso externó que el orgullo por la labor artística lo mantuvo alejado de Dios.
“Veinte años me costó volver aquí, pero el orgullo fue lo que me separó de Dios… El orgullo. El ser humano nace con orgullo”.
Daddy Yankee reaparece por primera vez desde su conversión al cristianismo
Daddy Yankee conversó en su momento con el influenciador Maikibackstage y ahí externó ser feliz con lo que tiene.
“Hoy quizás yo estuviera en una gira haciendo millones de dólares, pero yo estoy aquí completamente gratis y tengo un gozo que no me ha dado el mundo”.
Yankee afirmó que las personas cuentan con gran humildad debido a la gracia del Espíritu Santo.
“La humildad es a través del Espíritu Santo y dicha actitud es la raíz de toda justicia”.
El intérprete consideró viral que la gente reconozca los puntos que hay que cambiar en el interior.
“Es importante cuando estamos en el camino reconocer nuestra debilidad, porque el ser humano no nace con humildad”.
“No es lo mismo vivir una vida de éxito que una vida con propósito”
Daddy Yankee decidió poner fin a su labor musical tras un concierto en el Coliseo de Puerto Rico.
“Se acabó una historia y va a comenzar una nueva historia, un nuevo comienzo. Mi gente, este día para mí, es el más importante de mi vida. Y se los quiero compartir, porque no es lo mismo vivir una vida de éxito que una vida con propósito”.
Yankee se sinceró externando que tuvo un gran vacío en su vida que nunca pudo llenar.
“Por mucho tiempo intenté llenar un vacío en mi vida que nadie pudo llenar. Trataba de rellenar y buscar un sentido a mi vida. En ocasiones aparentaba estar bien feliz, pero faltaba algo para hacerme completo. Y les tengo que confesar que esos días terminaron”.
Raymond Ayala puntualizó que sin Dios no podría haber completado el hueco que había en él.
“Alguien pudo llenar ese vacío que sentía por mucho tiempo. Para todos era alguien, pero yo no era nada sin Él”.
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Con información de El Financiero, Milenio y El Nuevo Día
Portada: El Sofá
Fotos: Especial