Cada rincón de estos pueblos fantasma en México cuenta una historia fascinante y a veces desgarradora que no te puedes perder.
Los pueblos fantasma en México son mucho más que simples vestigios abandonados; son ventanas al pasado que invitan a los viajeros curiosos a adentrarse en historias olvidadas y paisajes cautivadores.
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Enclavados en la vasta geografía mexicana yacen testimonios silenciosos de épocas pasadas, donde la vida y el tiempo se detuvieron para dar paso a un legado de misterio y nostalgia.
Desde las majestuosas ruinas de Misnébalam en Yucatán, que recuerdan la grandeza de la cultura maya, hasta el encanto desértico de Real de Catorce en San Luis Potosí, donde la arquitectura colonial se entremezcla con la magia de una historia minera, cada uno de estos pueblos ofrece una experiencia única e inolvidable.
Pueblos fantasma en México que debes conocer
San Juan Parangaricutiro, Michoacán
Este pueblo fantasma es conocido por haber sido sepultado por la lava del volcán Paricutín en 1943. El volcán surgió en el campo de un agricultor y gradualmente cubrió el pueblo, dejando solo la iglesia parcialmente visible.
El lugar es ahora una atracción turística y un testimonio de los caprichos de la naturaleza.
Real de Catorce, San Luis Potosí
Aunque no está completamente abandonado, Real de Catorce es conocido por su atmósfera de pueblo fantasma. Fue una vez una próspera ciudad minera de plata, pero entró en declive a medida que las minas se agotaron.
En los últimos años, ha experimentado un renacimiento turístico debido a su belleza colonial, la capilla de Wirikuta y su entorno desértico.
Mineral de Pozos, Guanajuato
Similar a Real de Catorce, Mineral de Pozos fue una ciudad minera que floreció durante los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, la actividad minera se redujo con el tiempo y la población disminuyó.
Aunque no está completamente abandonado, partes de este tienen una sensación de pueblo fantasma, con edificios antiguos y calles adoquinadas que evocan su historia.
Aranzazú del Cobre, Zacatecas
Esta fue una ciudad minera en el estado de Zacatecas. Sin embargo, debido a la declinante producción de plata y el agotamiento de los recursos minerales, la población comenzó a disminuir.
La iglesia de San Juan Bautista, que data del siglo XVIII, es uno de los principales atractivos del lugar. Aunque no está completamente abandonado, la disminución de la población le otorga una atmósfera de pueblo fantasma.
Guerrero Viejo, Tamaulipas
Este pueblo fantasma es un caso particular debido a su historia. En la década de 1950, se construyó la presa de Falcon en el río Bravo, inundando gran parte del pueblo bajo el agua.
El pueblo fue evacuado y sus edificios quedaron sumergidos. En períodos de sequía, los restos del pueblo a veces emergen del agua, creando una imagen impresionante y melancólica.
Pueblos fantasma para visitar en México
Misnébalam, Yucatán
Este antiguo pueblo maya que se encuentra en el estado de Yucatán, México. Este sitio arqueológico muestra los restos de una ciudad maya precolombina que alcanzó su apogeo durante el período clásico.
Aunque no es un pueblo en el sentido tradicional, Misnébalam representa una parte importante de la historia y la cultura de los mayas y puede considerarse un pueblo fantasma en términos de su abandono ancestral.
Ojuela, Durango
Esta antigua comunidad minera se encuentra ubicada en el estado de Durango. Fundada en el siglo XVII, la ciudad prosperó gracias a la actividad minera en la zona.
Sin embargo, a medida que las minas se agotaron y las dificultades económicas se hicieron más evidentes, la población comenzó a declinar. Aunque Ojuela no está completamente abandonada, gran parte de ella se ha convertido en un pueblo fantasma, con estructuras en ruinas y una sensación de antigüedad.
Noria San Pantaleón, Zacatecas
Este pueblo es un ejemplo de un pueblo que fue afectado por la disminución de la actividad minera. Antiguamente, era una próspera comunidad minera en el estado de Zacatecas.
Sin embargo, la caída de los precios del metal y la explotación de los recursos minerales llevaron a su declive. Aunque algunas personas aún viven en la zona, gran parte del pueblo ha quedado abandonado.
Cerro de San Pedro, San Luis Potosí
El Cerro de San Pedro es una localidad en el estado de San Luis Potosí que experimentó una transformación dramática debido a la minería. Durante décadas, la extracción de oro y plata alteró el paisaje y la vida en el pueblo.
A medida que la mina se cerró y la contaminación causó problemas ambientales, muchas personas abandonaron la zona. Actualmente, el Cerro de San Pedro es un lugar donde se entrecruzan la historia, la minería y la recuperación ecológica.
Guarisamey, Durango
Guarisamey es una comunidad en Durango que fue afectada por la construcción de una presa en la década de 1980. El embalse sumergió gran parte del pueblo bajo el agua, dejando solo unos pocos edificios visibles en períodos de sequía.
Aunque no es un pueblo fantasma en el sentido tradicional, la historia de Guarisamey ilustra cómo la construcción de infraestructura puede transformar drásticamente la vida de una comunidad.
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