¿Qué fue lo que realmente vieron los mexicas? El arqueólogo mexicano, Eduardo Matos Moctezuma, reveló algunos mitos sobre esta cultura.
Cuenta la leyenda que los mexicas recibieron una instrucción de Huitzilopochtli quien les dijo que llegarían al Lago de Texcoco. Al llegar al lugar verían una señal muy peculiar que los haría saber que esa era la tierra prometida.
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Ahora bien, en nuestras clases de historia muchos mexicanos escuchamos a la maestra decir:
“Cuando los mexicas llegaron en medio del lago de Texcoco, vieron el águila parada sobre el nopal devorando una serpiente y en este lugar fundaron su ciudad de Tenochtitlan”.
Sin embargo, todo parece indicar que las cosas no sucedieron de esta manera. Entonces, habríamos vivido engañados toda la vida. Para despejar esta y mil dudas, el arqueólogo mexicano, Eduardo Matos Moctezuma, dio una cátedra.
En la plática trató de explicar cómo fue que ocurrieron las cosas. Así que en El Sofá te rebelaremos algunos aspectos que sin duda alguna te dejarán perplejo. Te recomendamos poner mucha atención.
¿De dónde venían los mexicas?
Eduardo Matos Moctezuma detalló que las fuentes históricas revelaron importantes hechos sobre la fundación de las ciudades mexicas. Las cuales fueron admiradas por los españoles: Tenochtitlan y Tlatelolco.
“Por lo general, muchos mitos de diversos pueblos se crean a partir de un hecho real, que es tan importante que entonces se mitifica. Lo que es combate entre hombres se convierte en lucha entre dioses”.
Los mexicas provenían de un lugar llamado Aztlán, que en náhuatl significa ‘lugar de la blancura’ o ‘de las garzas blancas’. Hasta la fecha, no se ha podido comprobar el sitio de origen.
El arqueólogo mexicano recordó que por muchos años se dijo que los mexicas era un pueblo bárbaro. Pero en realidad estaban bajo el control de otros pueblos, posiblemente del Tolteca. Entonces, ese carácter de tributario los hacía ver que no tenían muchos conocimientos.
“Seguramente al venir a menos el poderío tolteca, ellos emprenden una búsqueda de un nuevo lugar y se dice que, quien encabeza el grupo es su dios tutelar Huitzilopochtli, o el colibrí zurdo o de la izquierda, pero las fuentes indican que se iban asentando en diferentes lugares”, dijo el profesor.
Uno de esos es Coatepec, lugar donde dos de los barrios que formaban el grupo mayor entraron en pugna por el poder. El de Huitzilopochtli y el de Coyolxauhqui, resultando triunfador el primero.
Posteriormente, los mexicas llegaron a Chapultepec, donde tuvieron conflictos con los vecinos que los vieron como advenedizos. Luego de algún tiempo, tomaron la decisión de buscar otro lugar.
“Tanto las crónicas, especialmente del siglo XVI, se entreveran o mezclan con el dato histórico, y el mexica va a decir que se asienta donde vieron el símbolo que su dios Huitzilopochtli les indicó: el águila parada en el nopal, pero ese hecho jamás ocurrió”, enfatizó Matos Moctezuma.
¿Los mexicas vieron al águila parada sobre el nopal?
Con los años, Fray Diego Durán presentó la historia con dos láminas. En una de ellas el ave o águila devora pájaros, en otra tiene una serpiente en el pico. La pregunta es ¿por qué prevaleció la segunda? Porque en diversas sociedades del mundo el águila es un elemento de poder.
Aunado a esto, las fuentes indican que el control de la zona lo tenía el pueblo de Azcapotzalco. Así que el gobernante Tezozomoc les ofreció islotes en medio del Lago de Texcoco para que ahí vivieran. La condición era que el rindieran tributo y los ayudaran en sus guerras de conquista.
En 1337, un grupo de mexicas se separaron y fundaron Tlatelolco. Posteriormente formaron la triple alianza junto con los señoríos de Tacuba y Texcoco. A partir de ahí, comenzaron su expansión a buena parte de Mesoamérica.
“Al momento del triunfo, Izcóatl, señor de Tenochtitlan, ordena que se reescriba la historia, y empieza a inventar una nueva historia. A mi juicio ahí nace el concepto del águila parada sobre el nopal. El águila representa a Huitzilopochtli”, relató el investigador.
En ese momento, el águila no devora una serpiente, como se visualiza en el Teocalli de la Guerra sagrada, ubicado en la sala mexica del Museo Nacional de Antropología, donde se aprecia que tiene en el pico el símbolo de la guerra, el Atlachinolli.
La Triple Alianza y Tenochtitlan llegaron a tener más de 300 pueblos tributarios. Esto trajo descontento fuerte entre los grupos sujetos. En 1473 ambas partes entran en combate y, finalmente, gana Tenochtitlan.
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