En las mesas de los hogares mexicanos nunca podrán faltar las tradicionales aguas frescas, pero ¿sabes de dónde provienen?
Las aguas frescas son bebidas típicas de México, que se elaboran a partir de agua, frutas frescas, azúcar y hielo. Estas bebidas son muy populares en todo el país, especialmente en las épocas de calor, ya que son refrescantes y nutritivas.
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Entre las frutas más utilizadas para preparar aguas frescas se encuentran la sandía, el melón, la guayaba, la piña, el mango, la fresa, el tamarindo, el limón, la naranja y el maracuyá. Cada una de ellas le da un sabor y un color característico a la bebida.
¿Te interesa saber más acerca de esta única tradición mexicana? Aquí te lo contamos todo.
Origen e historia de las aguas frescas
Las aguas frescas son una deliciosa y saludable forma de saciar la sed y refrescarse en México. Además, son la base de las paletas heladas, cuya mezcla es un poco más espesa y lleva frutas molidas.
Estas bebidas tienen sus raíces en las bebidas prehispánicas que se vendían en los tianguis. Hoy en día, cualquier mercado en todo México tiene al menos un puesto que vende aguas frescas.
Ver cómo los vendedores mezclan la pulpa de la fruta con agua y hielo en grandes vitroleros es hipnótico y hace que se te haga agua la boca cuando tienes sed.
Antes de la creación de saborizantes artificiales y refrescos embotellados, las amas de casa mexicanas solían preparar agua de alguna fruta barata o muy madura para acompañar las comidas. Las bebidas se llaman “frescas” porque se guardaban en ollas de barro que mantenían la bebida fresca.
Las aguas frescas se sirven en grandes jarras de vidrio en las fondas, restaurantes y puestos callejeros de todo el país. También se pueden encontrar en las tiendas de abarrotes y supermercados, envasadas en botellas de vidrio o plástico.
Además de ser una bebida refrescante, las aguas frescas de frutas también tienen propiedades nutritivas, ya que son ricas en vitaminas y minerales. Por esta razón, son una excelente opción para hidratarse y para complementar una dieta saludable y equilibrada.
Sabores más populares
Las aguas frescas varían de estado en estado. En Guerrero, el ponche de frutas es una combinación de papaya, piña, sandía, jugo de naranja y azúcar. En Chiapas, la “frutada refrescante” es una mezcla de guayaba, fresa, durazno y azúcar. En la región de la mixteca poblana, en el estado de Puebla, el agua de almendra de mamey es una bebida popular que se prepara raspando el hueso de la fruta y se agrega al agua previamente endulzada.
En Chiapas y Tabasco, el agua de avena con chocolate es una bebida densa y nutritiva que se conoce como cacahuada en Tabasco.
En Tlaxcala, el agua de betabel se prepara con betabeles cocidos y licuados en agua con jugo de naranja y azúcar, mientras que en Oaxaca, el agua de chilacayota se cuece con piloncillo, canela y piña.
En la región Huasteca, se preparan aguas frescas con frutos como la anona, el capulín agrio, la ciruela, el jobo, la chaya, la huapilla, el coco, el coyol, el tamarindo, la pitahaya, la guayaba y el plátano martajado.
Además, las aguas frescas suelen representar los colores de la bandera mexicana durante las fiestas patrias, como el agua de limón, la horchata y el agua de jamaica, que se prepara con flores de hibisco y tiene propiedades antioxidantes y antihipertensivas.
Las aguas frescas son una parte importante de la cultura y la gastronomía de México, y cada región tiene su propia variedad y receta para disfrutar en cualquier ocasión. ¿Cuál es tu agua fresca preferida?
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