El Sofa
Historia

La verdadera historia de Cupido, dios griego que inspiró el 14 de febrero

Después de flechar millones de corazones, Cupido cayó en su propio hechizo y terminó desobedeciendo a su madre, la diosa griega Afrodita.

Cupido fue hijo de Hermes, el vocero de los dioses en el panteón griego; y Afrodita, diosa del amor. Así lo relata la tradición oral antigua.

Del amor entre los dos dioses nació un niño con alas, espectacular puntería y gran necesidad de afecto.

Desde pequeño, Cupido recibió la instrucción de su madre de herir sin piedad a sus rivales. Se dice que Afrodita disfrutaba de hacer sufrir a sus adversarios, además de ser celosa y revanchista.

La verdadera historia de Cupido, dios griego que inspiró el 14 de febrero

El tiempo pasó. La diosa le entregó a su hijo un arco y unas flechas con un poder especial. Los flechados quedarían perdidamente enamorados de la primera persona que vieran.

Cupido muy pronto se ganó la fama de ser un joven molesto. Disfrutaba de hacer sufrir a las personas con sus flechas encantadas.

Sin embargo, él mismo cayó en la maldición con una fuerza ilimitada que terminó desobedeciendo a su mamá. Te contamos la historia.

El día que Cupido se flechó a sí mismo

Por muchos años Cupido se dedicó a flechar a miles de parejas sin importar los sentimientos de ellas.

Obligado por su madre, hizo que los mortales cayeran en un hechizo de amor, el cual era irreversible.

Debido a sus actos, se ganó la fama de ser un dios muy travieso. Aún sabiendo el sufrimiento que les hacía, flechaba a cuanta persona se le pusiera enfrente.

“A veces se le representaba con una armadura como la de Marte, el dios de la guerra, quizás para sugerir paralelismos irónicos entre la guerra y el romance o para simbolizar la invencibilidad del amor”, documenta Britannica.

Las principales víctimas de Cupido eran mujeres muy hermosas que llamaban la atención de Afrodita.

A la diosa del amor le preocupaba que estas chicas le quitaran su corona de la más hermosa. Por ello, buscaba la manera de opacarlas y hacerlas plañir.

Todo marchaba muy bien, hasta que conoció a la hija de unos reyes de una isla cuyo nombre se desconoce.

Los reyes tenían tres hijas muy hermosas con grandes atributos físicos; especialmente, Psique.

La chica tenía una larga lista de admiradores, los cuales al verla renunciaron a adorar a la diosa griega. Esto provocó que le guardara un destacado rencor y mandó a su hijo a flecharla.

Afrodita tenía la intención de que Psique se enamorara de un espectro horroroso.

Sin embargo, en el camino, Cupido se raspó a sí mismo con la punta de su propia flecha. Al encontrarse con la joven, quedó perdidamente enamorado de ella.

La desobediencia a Afrodita

La diosa griega nunca se imaginó que su hijo cayera en su propio hechizo. Confiaba en que la puntería de Cupido lo salvaría.

Después de que el joven alado cayera en el maleficio decidió desobedecer a su madre e ir tras su amor.

Mientras tanto, el rey de la isla estaba muy angustiado de que su hija no encontraba marido. Por ello, decidió consultar al oráculo de Apolo.

Los místicos le dijeron que Afrodita había girado una orden de que Psique debía casarse con un ser del inframundo. El hombre petrificado no tuvo más opción que vestir a su hija con un atuendo mortuorio para la tormentosa boda.

Cupido se enteró del mandato de su madre y decidió intervenir para que eso no sucediera.

Además, diseñó un plan maestro para que contrajera matrimonio con él y no con el espectro.

En una tarde llena de neblina la mujer se dirigió a un palacio ornamentado con oro y mármol. Pasó varias horas admirando las decoraciones de lujo.

Al caer la noche, sintió como un cuerpo suavemente le hacía el amor. Era su nuevo marido.

El amor de Psique y Cupido

Cuando el sol volvió a salir, Psique estaba completamente sola.

Durante el día, abrió diversos regalos que le había dejado su nuevo esposo. Entre los obsequios se encontraban joyas preciosas, vasijas y platos. Cupido era quien se los había dejado.

Todos los días, el hijo de Afrodita buscaba la manera de que la mujer no se diera cuenta quién era él. Psique se acostumbró muy rápido a su nueva vida y a sentir las caricias de su cónyuge por las noches.

Un día, sus hermanas fueron a visitarla y sintieron envidia de ver la nueva vida de Psique. En medio del enojo, le preguntaron a su consanguínea cómo era su esposo y ella no supo qué responder.

Al caer la noche e impulsada por la duda que le habían inyectado sus hermanas, Psique buscó la manera de conocer el rostro de su marido.

El amor de Psique y Cupido

La joven siempre pensó que estaba casada con un monstruo. Para protegerse, buscó una daga. Su plan era deshacerse de él y regresar con su familia.

Después de hacer el amor con el supuesto espectro, la mujer prendió una vela y empuñó el cuchillo para matarlo. En ese momento, se dio cuenta de que su esposo tenía un rostro hermoso. Al quedarse sin aliento, derramó sobre él la cera caliente.

La quemadura despertó a Cupido; saltó de la cama con el rostro cubierto y desconcertado salió de la habitación.

Psique intentó alcanzarlo, pero no lo logró. Por muchos días lo buscó en el bosque sin tener éxito. Tiempo después, tomó la decisión de pedirle ayuda a su suegra, Afrodita.

Cupido estaba encerrado en la casa de su madre, quien al enterarse de la desobediencia le impidió salir. Cuando suegra y nuera estuvieron cara a cara, la diosa le puso diversas pruebas a la joven.

Zeus ayuda a Cupido y Psique

Psique sufrió azotes, hambruna y diversas travesías en el inframundo. Todo era con la intención de que no volviera a ver a su marido. En una ocasión, Afrodita decidió infundirle un sueño similar a la muerte, que le impidió moverse.

Mientras eso ocurría, Cupido se había recuperado y estaba decidido a encontrar a su amada.

Por lo tanto, escapó de la prisión en casa de su madre. Al ver a la mujer dormida, el joven alado rompió el hechizo y la sacó de ahí.

Con la intención de que la pareja se librara de los castigos de Afrodita, Cupido y Psique decidieron visitar a Zeus. Este dios tenía la libertad de casar a quien él quisiera.

Zeus ayuda a Cupido y Psique

Cuando el dios del trueno conoció la historia, decidió hacer una reunión con los integrantes del panteón griego en el Olimpo.

Ante la corte de dioses griegos, Zeus aceptó que Cupido y Psique se casaran formalmente.

Posteriormente, el dios del rayo organizó un enorme festejo con música, comida y vino. Antes de que los enamorados dijeran sí acepto, la princesa de la isla tomó un sorbo de vino que le otorgaría la vida eterna.

Cuando la joven bebió todo lo que había en la copa, Cupido la tomó entre sus brazos y juntos volaron hasta las estrellas.

¿Ya conocías esta historia?

 

 

Con información de Muy Interesante, Muy Historia y Arena Pública

Portada: Wikipedia

Interiores: Wikipedia

Notas relacionadas

La Castañeda: la historia y los horrores del siniestro manicomio en CDMX

Angélica Toxqui

En una servilleta: así fue como Salvador Dalí creó el logo de Chupa Chups

Iván Gómez

Las terribles profecías de Nostradamus que se han cumplido hasta ahora

Angélica Toxqui