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La Castañeda: la historia y los horrores del siniestro manicomio en CDMX

El manicomio La Castañeda, ubicado en la Ciudad de México, llegó a albergar a más de 60 mil pacientes que vivían en hacinamiento y abandono.

Las fotografías del Manicomio General La Castañeda esconden una serie de historias de dolor y penumbra.

Algunos pobladores de la Ciudad de México lo llamaron ‘El palacio de la locura’ y ‘La casa de los locos’.

Otros más decían que este hospital debía ser nombrado ‘Locópolis’ o ‘Las puertas del infierno’.

La Castañeda. La historia del siniestro manicomio en CDMX

Se dice que el manicomio llegó a albergar a más de 60 mil pacientes con diversas condiciones psiquiátricas.

Lo terrible es que cada una de estas personas sufrieron hacinamiento y abandono. Te contamos la peculiar historia.

Origen de La Castañeda

Todo se remonta a los tiempos del porfiriato. En ese entonces, el Presidente de México, Porfirio Díaz, buscaba hacer del país un territorio vanguardista.

Por lo tanto, se inspiró en las acciones que emprendían diversos países europeos. Fue así como se encargó de la construcción de un hospital psiquiátrico en la Ciudad de México.

Origen de La Castañeda

El encargado del proyecto fue el hijo del mandatario mexicano, el ingeniero Porfirio Díaz. La obra fue basada en el diseño del hospital psiquiátrico Charenton en París.

Para comenzar con la construcción se eligió la hacienda pulquera La Castañeda, en el pueblo de Mixcoac. El presidente consiguió que su amigo Ignacio Torres Adalid, empresario pulquero, cediera una buena extensión de su propiedad.

Se dice que la zona, contribuiría a mejorar la salud de los pacientes. Sin embargo, no todo resultó como se esperaba.

Origen de La Castañeda

Los polémicos métodos en el manicomio

El Manicomio General La Castañeda fue inaugurado el 1 de septiembre de 1910, como parte de una promesa de modernidad en el país.

En ese entonces, los expertos afirmaban que era momento de demostrar que México estaba preparado para atender padecimientos mentales.

Sin embargo, con el paso del tiempo el país demostró todo lo contrario.

Los polémicos métodos en el manicomio

Al interior del hospital había áreas de juego, talleres, biblioteca, escuela, enfermería.

También contaba con una sala de cine donde se proyectaban películas de Charles Chaplin y Harold Lloyd. Por otro lado, había salas para aplicar electroshocks.

Meses después, se dijo que La Castañeda no contaba con los tratamientos adecuados y las personas no estaban bien capacitadas.

Los polémicos métodos en el manicomio

El personal aplicaba baños de agua helada a los pacientes que demostraban actitudes de rebeldía. Además, imperaban las condiciones de insalubridad y hacinamiento.

Ante estos hechos, las autoridades parecían no darse cuenta de lo que estaba ocurriendo al interior del manicomio.

Los pabellones de La Castañeda

El hospital psiquiátrico estaba dividido en pabellones, según la enfermedad de los pacientes:

  • Pacientes distinguidos: aquí se alojaban a los que provenían de familias pudientes
  • Pabellón de observación: este sitio era destinado a indigentes, pensionistas de segunda y tercera clase, alcohólicos y toxicómanos
  • Pacientes peligrosos: aquí se encontraban los pacientes más violentos que habían llegado por alguna condena
  • Pabellón de los epilépticos: en este espacio tenían las personas que padecían epilepsia
  • Pabellón de los imbéciles: en este lugar se traban a las mujeres y hombres con retraso mental
  • Pabellón de pacientes infecciosos: aquí estaban las prostitutas y los enfermos de sífilis, lepra o tuberculosis

Decadencia y fin de La Castañeda

Cuando el manicomio se creó, uno de los requisitos para ser internado era contar con un certificado de enfermedad mental.

Pero con el paso de los años, esa regla ya no aplicaba. Por lo tanto, comenzó a haber libre acceso y entraban quienes pudieran soportar las condiciones del lugar.

En la década de 1930, el hacinamiento en el hospital se intensificó. La mala organización permitió que llegaran pacientes que no debían estar ahí como convictos peligrosos o personas sin hogar.

Decadencia y fin de La Castañeda

Al respecto, el doctor Andrés Díaz dijo para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH):

“Fue en dicho periodo cuando las quejas sobre la situación infrahumana de los internos se hicieron frecuentes; por ejemplo, muchos tenían que dormir en el suelo porque no había colchones ni camas. Por esta razón, la sociedad asoció al manicomio con atropellos, denigración, hambre, enfermedades, etcétera”.

En 1960, el hospital psiquiátrico de La Castañeda tenía una terrible reputación. Algunos periodistas ingresaban encubierto para ser testigos de la crueldad que había en el lugar.

Incluso el artista José Luis Cuevas realizó una serie de dibujos donde mostraba a los pacientes recibiendo descargas eléctricas.

Decadencia y fin de La Castañeda

Para 1968, antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, el manicomio se mandó a demoler. Las órdenes fueron dadas por el expresidente Gustavo Díaz Ordaz y su secretario de Salud, el general Rafael Moreno Valle.

Lo que antes fue el hospital psiquiátrico, hoy son unos gigantescos edificios multifamiliares, Unidad Torres de Mixcoac.

Finalmente, los únicos restos que quedan son los de la fachada que fue trasladada piedra por piedra a Amecameca, Estado de México.

¿Qué te parece?

Con información del INAH y Muy Interesante.

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