Chiquimarco relató que tuvo que cambiar de aires en su deseo de convertirse en futbolista porque le faltaba potencia en los partidos.
El exárbitro Marco Antonio Rodríguez, mejor conocido como Chiquimarco, contó una escalofriante anécdota de su vida.
En una emisión, el personaje que se logró consolidar en la élite del futbol en México relató que casi murió después de que decidió expulsar a un deportista en la cancha.
Marco Antonio recordó la vez en la que lo noquearon por cumplir con su labor en el balompié. Todas las declaraciones de Marco Antonio se presentaron en una entrevista con el comentarista deportivo Toño de Valdés.
Rodríguez comentó que la vez en que lo agredieron fue una de las que marcó su carrera en el futbol.
Chiquimarco fue golpeado por un futbolista
Al hablar con Toño de Valdés, el exárbitro argumentó que viajó a Nayarit en 1985 junto con su familia.
Ahí fue donde inició su carrera dentro del deporte mexicano; donde no contaba con nada de experiencia en el rubro.
La disputa se originó cuando le marcó expulsión a un deportista a quien se volvió a topar en otro evento.
Chiquimarco afirmó que cuando fichó la tarjeta amarilla el hombre se tornó violento y volvió a marcar la expulsión.
“En una final de Liga de un torneo de barrios, expulso a un jugador. A la siguiente semana me lo vuelvo a encontrar, pero en otro torneo y viendo su reacción la semana previa, le arbitré diferente. Hizo un golpe violento y le mostré amarilla, pero advirtiéndole que otro igual y se iba. De pronto hace otra y lo saco”.
Acto seguido, el jugador le dio un golpe en la boca y el exárbitro cayó de nuca noqueado.
“La cicatriz que tengo en la boca fue porque me dio un golpe, caí de nuca noqueado. El jugador agarra una piedra y me la arroja en la cabeza, afortunadamente logré esquivarla porque si no, me mataba”.
Marco Rodríguez intentó ser futbolista
Marco Antonio Rodríguez contó en una entrevista de TUDN que tenía muchas ganas de ser futbolista, pero no pudo.
Por tal motivo, el exárbitro intentó probar suerte en algunas escuelas como la del Pumas y del América.
Por desgracia, su falta de habilidades y el sismo de 1985 hicieron que se dedicara al silbataje.
“No vengo de una familia arbitral. Yo era futbolista, jugaba en la escuelita del América, mi papá me llevó ahí y luego fui a Pumas. Luego viene el terremoto del 85 y nos vamos a Nayarit con 14 o 15 años, para jugar como menor en la Tercera División con Deportivo Nayarit. Allí estaba Nico Ramírez, hermano de Ramón Ramírez. El entrenador me dijo ‘te hace falta potencia, ven el siguiente año”.
¿Qué opinas sobre la historia contada por el exárbitro?
Con información de Mediotiempo, Milenio y Toño de Váldes
Portada: Especial
Fotos: YouTube (Toño de Váldes)